Fue el jueves, antes de pasar a la historia. Lejos del mar, de la presión mediática. En el Parque Grande de Zaragoza, tantas veces regado de sudor. Un entreno de activación antes de viajar a la Ciudad del Running. 2 x 300 + 1 x 3000 + 2 x 200. Cinco pinceladas y a casa. Un trámite. ¿Y entonces por qué un talento de su categoría tenía la incertidumbre avasallándole la sesera? Porque era la primera vez en su vida que iba a testar las adidas Adizero Adios Pro EVO 1, ‘las de los 500 pavos’ como las ha bautizado el pueblo.

 

Nótese el verbo testar. No calzar. Ni correr. Estos dos últimos ya los había conjugado tiempo atrás, cuando fue escogido entre los talentos de adidas para protagonizar el anuncio de lanzamiento de esta zapatilla que lleva casi dos meses en boca de cualquiera que tenga por afición por trenzar cuatro zancadas de vez en cuando. “Cuando grabamos tuve que subir a una cinta y ahí ya me di cuenta de que la cosa prometía: a 20 kilómetros por hora no te imaginas lo suelto que iba… Antes, nada más calzármelas ya sabía que eran cómodas, muy confortables, pero claro, una cosa es eso y otra darte caña de verdad”, rememora el nuevo plusmarquista nacional de 21,097 km (59:39, cuarta mejor marca europea de la historia).

 

Y regresamos al asfalto maño. Una sesión destinada a prender chispa en unas piernas atiborradas de kilómetros (tiene cita con Filípides el 3 de diciembre). Mucho ritmo crucero, bien de diésel, poca gasolina. Apenas estímulos mínimamente eléctricos en los últimos meses (la gran mayoría del tiempo invertido en largas concentraciones en altitud). “Hace ya mucho hice 300 en 47-48 segundos, así que pensé que tendría que empujar bastante para estar en esos ritmos”, sostiene Carlos, un hombre que no tardó en descubrir su equivocación: “¡El primero me salió en 45 segundos! Pensé: ¡Esto va como una máquina!”. En su inocencia, llegó a creer que el crono era benevolente porque la recta picaba un pelín hacia abajo, y salió a por el segundo 200 con la intención de -más suelto, relajado- hacer 47 segundos. De nuevo… ¡Boom! “Terminé en 46, y eso que esta vez era en el otro sentido, es decir, con desnivel desfavorable”.

 

En el 3000 la incredulidad se acrecentó. “El objetivo era ir a 2:50”, el ritmo medio por kilómetro de su posterior marca en Valencia. Lo clavó, pero “con la sensación de ir andando. Me encontré con la triatleta Marta Pintanel, que me fue grabando, e iba hablando con ella tranquilamente. Los 200 ratificaron todo lo anterior: “A 29 segundos, sin empujar casi. Después de eso las metí en la caja hasta el domingo”.

 

En la salida lucían casi como el día en que las tuvimos en las manos (protegidas por guantes) en la presentación oficial a los medios de comunicación; Bikila fue la única tienda invitada (si hay que sacar pechito de vez en cuando se saca y no pasa nada). Grabadas con el 138, la numeración que le corresponde entre los únicos 521 ejemplares que existen en el planeta. Mismo número que gramos figuran en el peso oficial ofrecido por la firma alemana, “aunque en mi pie, 9,5 USA, la báscula dice que son 132”. Con ellas rebasó el récord de un atleta (59:52, Berlín 2001) que no es un atleta. Fabián Roncero, mito viviente cuyas anécdotas pueblan las conversaciones de toda buena tertulia de frikis. Uno de esos tipos que, cuando se prenden el dorsal, emanan esa enigmática sensación de que algo va a suceder. El descaro, la valentía, el espectáculo, la magia… y el señorío: “Me alegro que fuese Carlos”. Es el mensaje recibido apenas un minuto después de que este cruzase la meta.

 

Y Carlos, el día después, las ‘patas’ menos doloridas que otras veces, se toma unos segundos para describir a sus nuevas compañeras de viaje. Acaba optando por la clarividencia: “La ligereza es otro rollo… ¡Es un trabajo técnico espectacular!”. Un resumen entendible de la revolución que ha supuesto combinar las varillas de carbono (Energyrods) con la Lightstrike Pro Evolucionada, la nueva versión de la revolucionaria espuma Lightstrike Pro, que, en palabras de los diseñadores de adidas: “Ayuda a nuestros atletas a batir récords, se crea mediante un proceso de moldeado sin compresión. Su innovador proceso de fabricación reduce el peso de forma significativa y proporciona un mayor retorno de energía. Además, la estructura del calzado se ha optimizado para reducir el peso al eliminar la plantilla. Y todavía queda: “La suela cuenta con una nueva tecnología que aporta mayor tracción y un peso significativamente menor. La nueva parte superior de malla ligera también se ha diseñado para reducir el peso de la zapatilla”.

 

Pero Carlos se ha sentado con nosotros para hablar de sensaciones, no de hitos de catálogo, así que continúa trasladando a palabras lo percibido en el plano asfalto del Mediterráneo: “Es como si no llevaras nada en la parte distal -se nota que el muchacho estudió Medicina- de tu cuerpo. Si cierras los ojos y pones los pies en alto pensarás que estás descalzo”. Luego las comparaciones, que son odiosas, pero dan morbillo a los cafés: ¿Qué diferencia crees que hubiera habido entre esta, la tercera media de tu vida, y las dos anteriores (resueltas en 1:00:06 y 1:00:58, en 2020 y 2021 respectivamente, ambas en Valencia) si hubieras tenido entonces las Adizero Adios Pro EVO 1?

 

“Es muy complicado. Lo primero, no sé si estaba más en forma que cuando hice 1:00:06 porque entrenaba de otra manera. Pepe Mareca, mi entrenador de entonces, no era de hacer muchos test, pero sí que hacíamos entrenamientos más típicos en los que resultaba fácil predecir lo que podrías llegar a correr cuando tocase competir. Ahora, con Juan Carlos Galán, es todo bastante diferente, he hecho muchos más ritmos controlados yendo cómodo”, introduce antes de especificar que “la 1:00:06 la hice con las Adizero Adios Pro 1 y las sensaciones no tienen nada que ver con las de la nueva versión: iba sufriendo pero relajado, sin miedo a pinchar… pero creo sinceramente que la ganancia con respecto a otras zapatillas es imposible de calcular porque depende de muchos factores. Dicho esto, no creo que se mida en minutos. Lo que sí sé es que, si hubiera visto que se escapaba el récord de España, podría haber apretado más. Eso seguro, otra cosa es que luego hubiese reventado, pero capacidad de hacerlo prometo que la tenía. Fijaos en el último mil, doy un cambio seco y me despego de los rivales -el portugués Samuel Barata y el italiano Pietro Riva- porque quería ser primer europeo, no solo primer español; eso quiere decir que estoy bien de piernas”.

 

Carlos describe su actuación en el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso como “muy regular. El primer 5K muy rápido, 13:58 (a 2:47 minutos el kilómetro). Luego nos estabilizamos en el segundo, 14:15 (2:51), y aceleramos algo, pero sin volvernos locos, en los dos últimos: 14:06 (2:49) y 14:13 (2:51) y en los 1097 metros finales hice 3:07 (2:50). Las otras veces fui más en progresión, de menos a más. Así que las sensaciones fueron de acabar fuerte a pesar de que había corrido mucho rápido la primera mitad de la prueba respecto a mis dos tentativas anteriores. Por no hablar de que después me encontraba fenomenal, mucho menos cansado”.

 

Queda poco más de un mes para que afronte el primer maratón de su trayectoria deportiva. Hablar de récord de España no es una presión, es una realidad latente visto lo visto. A su favor juegan el talento y las matemáticas. También las zapatillas, de cuyo comportamiento en los 42,195 metros hablaremos entonces. 

Y no olvides que será en BIKILA donde te enterarás, antes de nadie, de cuándo vuelven a estar a la venta las adidas Adizero Adios Pro EVO 1.


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