Consejos para lavar las zapatillas de running

¿Cómo lavar las zapatillas de correr? y ¿se pueden lavar en la lavadora? son algunas de las preguntas más frecuentes que nuestros clientes nos hacen cuando vienen a comprar a nuestras tiendas. Hay muchas dudas sobre este asunto y es que en muchas ocasiones no tenemos a nuestros mayores cerca para que nos orienten sobre estas cosas tan cotidianas, pero vamos a tratar de arrojar algo de luz y a desmontar algunos mitos sobre ello y te contamos cómo lavar, por ejemplo, unas zapatillas Nike running.

Lo primero de todo es decir que conviene lavar de vez en cuando las zapatillas de correr porque así eliminamos el sudor que genera malos olores y porque lavándolas les quitamos la suciedad que deteriora los tejidos, a la vez que le devolvemos la elasticidad que esos mismos tejidos pierden cuando se acumula la suciedad en ellos. Por tanto ante la pregunta de si se pueden lavar las zapatillas, la respuesta es sí se puede y además se debe hacer.

En segundo lugar, sobre el método a utilizar para lavarlas conviene decir que hay muchas formas de hacerlo y que, ante todo, lo que hay que evitar es usar agua caliente. El motivo es porque el agua caliente puede dañar los pegamentos que unen las suelas y otras partes de las zapatillas y además también puede provocar que encojan un poco.

Pasos a seguir para lavar unas running

Sabiendo ya que no se puede usar agua caliente, vamos a ver varias opciones para lavar las zapatillas:

1. A mano. Lavar las zapatillas a mano es la forma más común, pero también es la más incómoda porque requiere de un poco más de esfuerzo por nuestra parte. Se puede usar un cepillo o una esponja y algo de jabón. Ventajas: Es la forma en la que dañamos menos las zapatillas. Desventajas: Es más laborioso y la limpieza es suficiente, pero no es tan profunda como usando otro métodos.

2. En la lavadora. En contra de lo que leerás en muchos sitios, se pueden lavar las zapatillas en la lavadora pero teniendo siempre la precaución de hacerlo en un programa corto, de agua fría y usando poco detergente. El típico programa de ropa delicada que ya traen las lavadoras deja las zapatillas como nuevas. Después de este lavado, deja que las zapatillas se sequen con el aire en una terraza o en el interior de casa (ojo, siempre alejadas de radiadores o fuentes de calor) Ventajas: Hace una limpieza muy intensa de las zapatillas. Desventajas: Tardan más tiempo en secarse y puede darse el caso de que las zapatillas en los primeros días a lavarlas en la lavadora las notes algo más rígidas o incluso justas, pero eso suele volver a ceder y volver a su forma normal.

3. Espuma de limpieza. Es una espuma en spray indicada para la limpieza de zapatillas con lonas o nylon. Elimina las manchas y la suciedad de los tejidos de forma sencilla y eficaz. Sólo hay que pulverizar la espuma sobre las zapatillas y frotar con una esponja o trapo. Para las suelas se puede usar el cabezal de pequeñas púas (el tapón del bote). Ventajas: Elimina la suciedad y desinfecta. Desventajas: Hay que frotar ;-) y no limpia el interior de las zapatillas.

En resumen diremos que las zapatillas de correr si se pueden lavar de forma sencilla y además se debe hacer porque nos durarán más los tejidos y ayuda a mantenerlas en mejor estado durante toda su vida útil.

Por último, existen soluciones en el mercado para mantener a raya a los incómodos olores que se desprenden de nuestras inseparables compañeras de kilómetros. Desde desodorantes en spray para tal efecto, hasta simpáticas bolitas que podrás poner en tu armario, taquilla, bolsa de deporte...

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